martes, 8 de enero de 2008

American gangster


Suelen decir que a Ridley Scott "Alien" y "Blade runner" se las hizo un primo porque la verdad es que el director británico nunca ha vuelto a alcanzar el nivel de calidad de aquellas dos obras maestras del cine de ciencia ficción. A lo largo de su ya extensa carrera, Scott ha simultaneado películas de cierto prestigio (en mi opinión, un tanto sobrevaloradas) como "Thelma y Louis" o "Gladiator", algunos trabajos más o menos fallidos como "1492, la conquista del paraíso" o bodrietes como "La teniente O'Neil".

Se estrena ahora "American gangster", incursión del cineasta en el cine negro, género en el que se inscriben algunas de las películas más brillantes de la Historia del Cine (desde "El halcón maltés" a "El padrino", desde "Tener y no tener" a "Érase una vez en América"). Lo cierto es que este género nunca ha desaparecido de nuestras pantallas. Aunque con menos frecuencia que en el cine clásico, las historias de gangsters y mujeres fatales se han sucedido en los últimos años en películas tan destacadas como "Sospechosos habituales", "Atrapado por su pasado", "Donnie Darko", "L.A. confidencial" o la serie de televisión "Los Soprano".

En "American gangster" Ridley Scott viaja a la década de los 70 del pasado siglo para narrar paralelamente (un poco en la línea de "Heat" de Michael Mann) las respectivas historias del gangster negro Frank Lucas (interpretado por convicción por Denzer Washington) y el policía Richie Roberts que lo persigue, encarnado por un convincente Russell Crowe.

La película mantiene un ritmo ágil y con nervio durante su extensa duración. Sin embargo, a la película le cuesta arrancar y atrapar al espectador. La primera media hora resulta un tanto titubeante, sin gancho. Después, la película va a más hasta llegar a un tramo final muy conseguido, lleno de nervio e intensidad.

El resultado global es una película que, a pesar de ciertos tópicos, consigue mantener el interés, es entretenida, bien rodada y resultona. No entrará en los clásicos del género pero sí dejará un buen sabor de boca.