jueves, 15 de febrero de 2007

Un repasito a Francis Ford Coppola

Francis Ford Coppola pasa por ser uno de los cineastas más importantes del cine estadounidenses de los últimos 40 años. Su irregular filmografía, condicionada por la quiebra que sufrió American Zoetrope (los estudios de su propiedad), cuenta a pesar de ello con unas cuantas obras maestras y clásicos fundamentales de la Historia del Cine.

Coppola comenzó en el cine de la mano del director y productor independiente Roger Corman dirigiendo “Dementia 13” (1963), una película de terror de bajísimo presupuesto que no mostraba aún las futuras cualidades artísticas del joven cineasta. Le siguió en 1966 “Ya eres un gran chico”. Paralelamente, comenzó su trabajo como guionista, lo que, con el tiempo, le permitió fundar su propia productora con gente tan importante como George Lucas.

En 1968 entra en la industria de Hollywood al ser contratado para dirigir “El valle del Arco Iris”, un musical protagonizado por Fred Asteire. Un año después, dirige el drama intimista “Llueve sobre mi corazón”. En 1970 firma el guión de “Patton”, por el que recibe su primer Oscar.

La carrera ascendente de Francis Ford Coppola se acelera al ser contratado para dirigir “El Padrino”, adaptación de la obra de Mario Puzo, quien participa en el guión. Durante el proceso de producción de la película, el joven cineasta comienza a protagonizar sus primeros enfrentamientos con la industria al tratar de llevar el proyecto a su manera. En contra de los productores consigue contratar para los papeles protagonistas a Marlon Brando y al por entonces desconocido Al Pacino. La ambiciosa película, estrenada 1972, se convierte en un monumental éxito de taquilla y la crítica se deshace en elogios. El prestigio de Coppola se dispara y se convierte en el estandarte de una nueva generación de cineastas (en la que se podría incluir a Brian De Palma, Martin Scorsese, George Lucas o Steven Spielberg) que otorgan nuevos aires al cine de Hollywood en los años 70.

Su siguiente proyecto, producido por él mismo, se llama “La conversación” y es una apasionante película de intriga protagonizada por Gene Hackman que consigue la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Inmediatamente después, comienza el rodaje de la segunda parte de “El padrino”, estrenada a finales de 1974. Protagonizada de nuevo por Al Pacino (convertido ya en una estrella), cuenta también con un desconocido Robert De Niro, quien conseguirá su primer Oscar gracias a su interpretación de un joven Vito Corleone. La película, que narra paralelamente la vida de la familia Corleone tras la muerte del patriarca y la ascensión de su hijo Michael Corleone, por una parte, y la llegada de Vito Corleone a Estados Unidos, por otra, es un proyecto aún más ambicioso que su predecesora y alcanza también unas cotas de éxito enormes. Para la crítica, esta segunda parte es incluso superior a la primera y ambas se convierten ya en auténticos clásicos de la Historia del Cine.

Ambicioso y megalómano hasta límites desorbitados, Francis Ford Coppola se adentra en la adaptación del cine de “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad convirtiéndola en su particular visión del infierno de la guerra de Vietnam en particular, y de todas las guerras en general. El rodaje de "Apocalypse now", iniciado en 1976, se convierte también en un infierno para Coppola y todo su equipo. Enfermedades, desastres naturales y todo tipo de calamidades se suceden durante la filmación. En 1979, Coppola consigue terminar el montaje de la película y, arruinado por los elevadísimos costes de la producción, la estrena en el Festival de Cannes con un gran éxito. “Apocalipse now” conocería en el año 2002 un nuevo montaje realizado por el propio director que añadía 49 minutos al montaje original.

Recuperada su economía gracias al éxito de este clásico del cine bélico, el incombustible Coppola se adentra en la creación de sus propios estudios cinematográficos y el rodaje, con novedosas técnicas de filmación, del musical “Corazonada”, estrenada 1982. La película recibe críticas tibias y supone un fracaso de taquilla que aboca a la quiebra total a Francis Ford Coppola, viéndose obligado a vender sus estudios de cine y a continuar su carrera como cineasta aceptando proyectos de encargo no siempre a la altura de su talento.

En 1983 realiza dos películas de bajo presupuesto. “Rebeldes” y “La ley de la calle” son dos historias parecidas sobre la juventud marginal de los años 50. Sin embargo, mientras la primera adopta un tono de cuento nostálgico que incluye influencias de “Rebeldes sin causa” de Nicholas Ray, la segunda (rodada en blanco y negro) adopta un tono de cine negro. El resultado es que “Rebeldes” obtiene un gran éxito de taquilla y críticas encontradas y “La ley de la calle” pasa desapercibida para el público pero es unánimemente elogiada por la prensa.

Con experiencia tanto en el cine de gangsers (“El padrino” primera y segunda parte) y el musical (“El valle del Arco Iris” y “Corazonada”) Coppola es contratado para rodar “Cotton Club”, un proyecto que combina precisamente el cine de ambientes mafiosos con el musical centrado en el jazz. Pese al alto presupuesto y la presencia de Richard Gere como protagonista, la película no funciona en taquilla.

Su siguiente proyecto será la amable pero discreta “Peggy Sue se casó”, película de tono entre nostálgico y fantástico sobre un planteamiento, en principio, muy parecido al de “Regreso al futuro” de Robert Zemeckis a la que, sin embargo, le sobra azúcar.

Tras rodar “Jardines de piedra” (1987), Coppola rueda “Tucker, un hombre y su sueño” (1988) con producción de su antiguo socio George Lucas. No es difícil establecer paralelismos entre el protagonista de la película, un ambicioso hombre que lucha contra viento y marea por lograr su sueño en el negocio de los automóviles, y el propio cineasta que lucha por su independencia en la industria del cine. Los resultados, sin embargo, resultan superfluos y con un molesto tono que recuerda a las producciones Disney. Al año siguiente rueda un capítulo de la película “Historias de Nueva York” completada por los episodios firmados por Martin Scorsese y Woody Allen. La crítica considera de forma casi unánime al capítulo de Coppola como el peor de los tres y uno de los puntos más bajos en su filmografía.

Cuando parecía que la carrera de Francis Ford Coppola se venía abajo y su prestigio se hundía sin remisión, el cineasta echa mano de la historia que le convirtió en estrella y, junto a Mario Puzo, escribe un nuevo guión para la tercera parte de “El padrino”. La película se estrena en 1990 y obtiene muy buenas críticas y resultados óptimos en taquilla. Este hecho, revitaliza la carrera del director y en 1992 estrena “Drácula de Bram Stoker” con un gran éxito de crítica y público. La película, a medio camino entre el cine de terror y el romanticismo exacerbado, coloca a de nuevo Coppola entre los cineastas más importantes del momento. Sin embargo, el director desaparecerá del mapa hasta que en 1996 estrena una insustancial comedia con tintes de melodrama llamada “Jack” y protagonizada por Robin Williams que cuenta la historia de un niño abocado a crecer rápidamente debido a una enfermedad degenerativa.

En 1997 estrena el drama judicial “Legítima defensa”, sobre una novela de John Grisham, que obtiene críticas favorables aunque no entusiastas. A partir de entonces, Coppola abandona la dirección y se dedica a sus negocios de vinos y a producir series de TV y películas, entre las que se encuentran las de su hija Sofia.

Abandonado un ambicioso proyecto de ciencia ficción, este año 2007 Coppola regresará a las pantallas con una nueva película de título “Juventud sin juventud”.

A pesar de una filmografía irregular, Francis Ford Coppola ha pasado a ser, por méritos propios, uno de los cineastas imprescindibles del cine.

sábado, 3 de febrero de 2007

A change in your life






Un cambio en tu vida, como si de un cuadro de Andy Warhol en cuatro colores se tratase. Cambio de color en cada una de sus partes... Pues a eso mismo me voy a dedicar a partir del lunes, a cambiar mi vida... he cambiado los papeles de Ontinyent y los Yelmo cineplex con todos sus grandes super mega estrenos de lo mejor mejorcito del cine más palomitero y comercial (lease la ironia) por los ABC Alcoy donde he podido disfrutar de alguna joyita y ahora los voy a cambiar por los IMF y los viejos y aún resistentes Colci...

De momento mirando la cartelera de esta semana en los Colci rincón me ha sorprendido gratamente la presencia de la nominada a los Goya y a los Oscars (y ahora sabemos que ganadora de siete bustos del pintor y tres estatuillas doradas) El laberinto del Fauno, filme que valía la pena recuperar en pantalla grande por lo apabullante de su puesta en escena y por lo grandioso de su escenificación. Bravo por los colci que también apuestan en dos de sus salas por el cine en Versión Original aunque el resto de películas siguen siendo del escaso gusto que en las demás carteleras: el maldito equipo Ja, que estoy segura de que hay gente que va a verla, que pena... o la recuperación de todo un mito, Rocky Balboa, ¿a que viene ahora Stallone con esto? que pena de estrenos, menos mal que aún quedan filmes pequeños que merecen la pena como son Miguel y William de la que ya hemos hecho el comentario en este blog, Dreamgirls que es entretenimiento del bueno o Babel que es una de las propuestas más loables y con más sentido de todas.

Sólo nos queda esperar a que el resto de la temporada en l0s Colci siga llegando cine inteligente y que se entrene lo más indie y las películas españolas que no llegan a las grandes salas, todas esas pequeñas películas que suelen tocar el corazón del espectador pero no el bolsillo de quienes controlan el cotarro cinematográfico, una lastima que esto sea un negocio y no un arte para que la cutura sea difundida.
Voy a aprovechar este espacio tan mio como de Andeka para hacerme autobombo y es que no sólo escribimos de cine aquí, en realidad en nuestros enlaces de la web ya sabeis que figura desde el principio radio Cocentaina y se puede escuchar todos los jueves por la noche de 21:00 a 22:00 el programa Una doble vida de película, madre de la web en el que os guió por universo mágico y habló durante una hora de cine de antes, de ahora y de siempre. Me podreís encontrar en el país que no tiene caminos...

Un cuadro de Audrey en cuatro colores diferentes, una mirada de varias personas y un filme que defina esta situación... nos quedamos con Desayuno con diamantes porque es una de esas películas rescatables que puede cambiarte el rumbo del día en cualquier momento...

Os deseo un feliz fin de semana... el mio es de cambio y comienzos, al igual que el del amigo Andeka...

Deséenos suerte!!!

Cervantes & Shakespeare quieren a Leonor


Pues va a ser que no, que no les vamos a hablar de la musa del blog. De la divina Leonor Watling, les hablamos de la Leonor a la que da vida Elena Anaya en pleno s. XVI. Si les hablo del tandem París-Fejerman es posible que les venga a la mente las hilarantes A mi madre le gustan la mujeres con la musa del blog haciendo de una Elvira neurótica o Semén, una historia de amor con papa e hijo Alterio (que te hace pensar, no sé con cual de los dos me quedaría). Pues esta vez Inés París ha decidido saltar sin compañia y le ha salido muy bien la jugada nos transporta a un divertido siglo XVI en donde dos caballeros de la pluma (que no con pluma) se debaten por una misma mujer, que a su vez está prometida con un tercer hombre. Sí, sí lo que oyen, una comedía de enredo al más puro estilo y la París sale de rositas con tal difícil reto, cosigue arrancar carcajadas, consigue emocionar y consigue que el público se sienta participe de esta historia bilingüe que yo ya esperaba como agua de mayo, porque hay que seleccionar con pinzas los estrenos que nos llegan a la cartelera. (esperemos que el cambio de ciudad beneficie al cambio de carteleras y se estrenen filmes más suculentos)
(el trio protagonista en la foto, de izquierda a derecha, Juan Luis Galiardo como Cervantes, en el medio la bella Leonor, la mujer de promiente escote, Elena Anaya, y a su derecha el irónico inglés William Shakespeare en la piel de Will Kemp)

Tras la batalla de Lepanto el manco Cervantes, interpretado por Juan Luis Galiardo, se dedica a cobrar impuestos y una noche llega al castillo manchego del prometido de Leonor, ella enseguida muestra interés por el autor. Quiere que le escriba una obra para el día de su boda pero cuando se lo propone Cervantes le comenta que ha dejado de escribir. Unos hechos que vive el escritor esa misma noche le devolverán su musa y se pondrá con una obra.

En otro cantar anda el inglés, William con el rostro de Will Kemp, en el último día que pasa Leonor en Londres este la ve y se enamora perdidamente y decide seguirla hasta España. Históricamente hay unos años que no sé sabe donde estuvo el mejor de los escritores ingleses y París imagina que bien pudo estar en nuestro país inspirándose con nuestras mujeres y nuestro vino. Partiendo de esta base, Leonor tiene que hacer pasar a William por un sirviente y se darán situaciones cómicas.
Como secuandario tenemos a la hermana pequeña de los Alterio, Malena que deja la comunidad más loca para meterse en la piel de la hija celosa del Duque de Obanto, que no desea que su padre su case porque ella y sus hermanas perderan toda la herencia y se pasa el filme conspirando contra la pobre Leonor, está como siempre divertida. Su padre, es decir el mismisimo Duque de Obanto es José Mª Pou que pese a no ser tan agraciado como Leonor esperaba es bastante rico y ofrece un puesto de duquesa con el contrato matrimonial, una oferta que Leonor no debe rechazar.
Por última una secundaria que siempre es de lujo, la gran dama de la escena Geraldine Chaplin, que es la dueña de Leonor y trata de evitarle problemas a la niña pero es que es muy cabezota y por mucho que su dueña la cuide ella la acaba liando, le dará muchos dolores de cabeza. Es un capricho su presencia en este filme.
La película cuenta con una excelente banda sonora a cargo del experimentado Trevor Jones que consigue darle ese aroma de corte al filme. Otro punto favorable es el vestuario de época y la fotografia de la que se encarga Néstor Calvo.

En la producción contamos con dos grandes Carlos Saura y el mismisimo Cervantes, Juan Luis Galiardo. Y la película tiene un guión de la propia directora pero basado en una idea de Tirso Calero y Miguel Ángel Gómez, un guión lleno de ingenio y con buenas frases que arrancan sonrisas, ha sido un buen paso el salir a torear ella sola...

Que por fin vuelve a verse por la cartelera buen cine español, ya se echaba de menos... Nuevo aplauso para el cine español...