Eso mismo gritaria Danny Dravot cuando le coronaron rey de Kafiristan y es que ser descendiente de dioses no es ninguna broma... las aventuras imaginarias de Danny y Peachy contadas por el grande de Rudyard Kipling en El hombre que pudo reinar son solo mejoradas por el relato audiovisual que papà Huston nos regala en The man who would be king.
El hombre que pudo reinar es una obra redonda que Huston solo pudo rodar en 1975 por avatares del destino, muchos problemas con actores primero (la muerte de Humphrey Bogart entre ellos) y con presupuestos se lo impidieron en contadas ocasiones por eso a pesar de ser una obra en esencia moderna rezuma por todos los costados el espiritu del Hollywood clásico de esas "de aventuras" que vienen para contarnos algo grande. En este caso una historia de amistad y lealtad máximas que por encima de lo que el hombre pueda hacer, decir o representar en su vida, tenemos que saber que está la amistad que le ha unido a otra persona en la vida. Que grande es la LEALTAD!!!
Danny y Peachy interpretados por Sean Connery y Michael Caine respectivamente son sargentos británicos arrogantes, que quieren construir su propio imperio después de haber luchado en India por el británico a las ordenes de su majestad y ahora quieren ser sus propios majestades y dejar de rendirle cuentas a nadie. Ambos han encontrado un pequeño país llamado Kafiristan donde ya ha habido 32 reyes y ellos serás los números 33 y 34, sólo tienen que llegar hasta allí, tarea harto difícil que ambos amigos se proponen y consiguen con valor y perspicacia.
Estos dos no se rendirán a pesar de los avatares de la vida y del camino...al igual que Huston no se rindió ante la tarea de rodar tan difícil filme.
Un humor fuera de lo habitual en el cine de Huston y de mano de Connery: "ostras de la China" y frases por el estilo llevan a arrancar más de una carcajada del respetable que no espera que Danny y Peachy sean tan baladrones y tan poco formales como son pero en el fondo y siempre en el corazón tan leales...
Una obra que encoje almas y sobre todo ese final tan antológico que nos lleva a todo a entonar esa marcha en nuestros corazoncitos... si es que Huston sabia tocar sensibilidades...
jueves, 30 de noviembre de 2006
"Estoy en la cima del mundo!!!"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario