De aquí a la eternidad o cómo contar una de militares metiendo las narices donde no debemos sin que el código Hays nos diga nada...
La acertada colección de El País recupera muchos clásicos entre ellos esta maravillosa historia de amor y guerra que es De aquí a la eternidad. Fantásticamente contada por Zinneman que a pesar de no ser un gran "autor" (si de verdad no se le ve un estilo propio pero es que en la época a poquitos se les veia, es una industria) fue un gran descubridor de muchos de los buenos de Hollywood y que cuenta con una regular carrera en lo que a ocio repercute.
En este caso nos vamos de viaje a Hawai poco antes del ataque japonés de Pearl Harbor, tensión acumulada si les cuento que en el ejército acaba de llegar el joven corneta Prewitt (un insuperable y atormentado, como siempre, Montgomery Clift) que no quiere pelear y todos sus compañeros y sobre todo sus superiores le piensan hacer la vida imposible para que luche en el campeonato de boxeo pero él muy dignamente ha decidido que no lo hará.
Menos mal que contamos con la presencia de el sargento Warden (en la piel del magnifico y ya menos inocente Burt Lancaster) que es el único que es respetable -a pesar de hacer cosas prohibidas- y que cuidará de Prewitt junto con Angelo Maggio (al que le costó mucho de conseguir el papel pero que al final fue suyo por un misero sueldo, la siempre grande VOZ, Sinatra).
Además tenemos a la esposa de Holden el oficial que trata de atormentar a Prewitt, que vive ella misma su propio tormento y tortura, una interesantisima Deborah Kerr que rompe con los moldes a los que nos tenia acostumbrados y empieza a ser sensual y sexual por primera vez en su carrera.
Junto a Clift está la bella Dona Reed que le aporta el toque de distición y clase a esa menos noble profesión que le dan a la chica, en fin que la meten a putilla y luego la hacen pasar por señorita de compañia para pasar el código Hays, listo que era el mandamás Harry Cohn que se las ingenio para pasar todos los filtros (y los pasó, los pasó).
Lo mismo sucedió con la crítica al ejército, que se suavizó con las vueltas de guión y con los cambios posteriores pero aún así alguna le llueve al ejército pero claro está que no se iban a echar arena a los ojos. Por lo tanto corrieron todos a verla además la promoción no pudo ser más buena con Cohn gastando el dinero en publicidad. (((Además subió la venta de camisetas hawaianas - dato del librito de El País-, que chupimega guay!!!! si es que esto de hacer cine es la bomba tio)))
Por lo tanto la película ganó 8 estatuillas doradas: mejor película, mejor director, mejor actriz de reparto (Dona Reed), mejor actor de reparto (Frank Sinatra que como anécdota contar que tuvo que dejar sus vacaciones junto a su amor Ava Gardner en África para la prueba y aceptar y bajisimo sueldo sólo con la condición de que su nombre apareciera en los titulos de crédito junto a los grandes, ya que la voz en esos momentos estaba de capa caida por un problema en la idem), Mejor fotografía en blanco y negro (que como dijo Zinneman era por serle fiel a la novela), mejor sonido, mejor montaje y candidata a cinco oscars: mejor protagonista que quedo dividido entre Burt Lancaster y Montgomerty Clift, mejor actriz protagonista (Deborah Kerr), mejor vestuario y mejor banda sonora...
Ya saben un filme muy premiado con muchos reconociemientos al que solo le falta su visto bueno para pasar al olimpo de los más vistos...
además de la irrepetible imagen del beso en el agua, Mmm, Mmm, Mmm...
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